Dice Ignacio Echevarría:
"En los últimos años, la atención que algunos críticos de postín vienen dedicando a las novedades de autores como Arturo Pérez Reverte o Carlos Ruiz Zafón, pongamos por caso, invita a presagiar una nueva aunque aún titubeante receptividad hacia los autores de best sellers. Éstos tienden a ganar posiciones de igualdad respecto a tantos otros autores que, pasando por “literarios”, emplean en definitiva sus mismos recursos y hasta su mismo lenguaje. Cada día es mayor, por otro lado, la nómina de autores -como Elvira Lindo, como Clara Sánchez, como Lorenzo Silva- que, pese a sus puntas literarias, poca o ninguna diferencia ofrecen con otros a los que displicentemente se tacha de autores de best sellers. Y en el aire queda una pregunta enojosa, sobre la que pronto volveremos: cuando un libro de un autor canónico, como por ejemplo Javier Marías, permanece mucho tiempo en la lista de los más vendidos, ¿hay motivos para sospechar que quizá comparte más elementos de los confesables con sus dudosos vecinos?".
Extremadamente cierto porque, así es, poca o ninguna diferencia existe. En España hay demasiado solemne disfrazado de autor literario, que filosofa sobre pollas en la boca o se chulea con el último premio que le ha amañado su agente.
¿Y qué aportan a literatura los maestros pollamboqueros?
Pues una caquita de cabra, cuidadosamente envuelta en cientos de envoltorios de caramelo.
Simplemente por curiosidad, ¿ha habido alguna excepción, esto es, algún libro de indudables méritos que tmabién esté entre los más vendidos? Aunque sea un clásico.
ResponderEliminarOzanu: Eso creo, lo de ahora es una degeneración. Pero hoy el público es comsumidor de televisión.
ResponderEliminarQuizá algún Pulitzer o varios.
En la televisión ocurre lo que se lee en Farenheit 451: que no ofrece calidad por falta de ganas. Bueno, algunos canales sí ofrecen películas y series bien escritas, pero no tienen tanta audiencia.
ResponderEliminarLeí, de hecho, que en España no se había observado el desplazamiento al canal temático que se ha visto en otros países. Las generalistas siguen teniendo una gran audiencia sin haber cambiado mucho.
Lo olvidé ayer: también antes había obras horrendas que tenían cierto éxito, pero afortunadamente han caído en el olvido.
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