lunes, 1 de abril de 2013

Espido Freire contra el narcisismo de los demás.

Parece que Espido Freire ha sacado otro libro. La interesante presentación de este evento comenzaba una oración que dice exactamente lo contrario de lo que el presentador pretendía:  “Lo primero que me maravilló de Espido fue su inteligencia, algo que, trabajando en Telecinco, valoro mucho”.

Y es que claro, cuando el baremo de la inteligencia se mide en referencia al cúmulo de estupidez que opera en Telecinco, cualquiera puede ser extremadamente inteligente.

Pero, ojo, que el libro es de autoayuda.

Voy más allá de tu libro, ¿crees que hay personas que trabajan en ONG y que aparentemente viven para ayudar a los demás que puedes ser personas tóxicas?
Claro que sí. De hecho, hay entre ellos narcisistas, que encuentran una veneración y un respeto por quienes los consideran bondadosos, y, sobre todo, una causa. En nombre de esa causa positiva se pueden realizar muchas barbaridades.
Se me ocurre que, por ejemplo, por la causa de la literatura podrían presentarse al Premio Planeta. E incluso adherirse a una turba antitaurina y calificar de sádicos y psicópatas a los seguidores de la fiesta. O, ¿por qué no?, publicar un libro de autoayuda para encontrar veneración y respeto por parte de quienes nos consideren bondadosos.

El otro día escribiste algo así como que sabías que había gente que aborrece tu estilo literario, que preferiría que no existieras. Eran unas palabras un poco fuertes. ¿De verdad crees que hay gente que te tiene tanta inquina?, ¿a qué crees que se debe?
Bueno, escribí lo que me habían dicho en más de una ocasión. No es que lo crea, es que se toman la molestia en hacérmelo saber, o publicarlo en foros para que otros pueden saberlo. ¿Cómo puedo saber por qué despierto ese odio? No creo haber hecho nunca daño a nadie sabiendo que se lo hacía. Es un problema de ellos, claramente no mío. Escribir, por mal que se haga, no creo que merezca esas reacciones.
De nuevo otra autora que tiene problemas con la libertad de expresión y cuya única forma de enfrentarla es calificarla de "odio". ¡A lo mejor es que escribes muy mal, chica! O mejor: a lo mejor es que podrías escribir mejor (aunque esto es sólo una hipótesis). La cuestión es que, si nadie te lo dice, ¿cómo diablos podrías siquiera pensar en mejorar? ¡Que te están haciendo un favor y no lo sabes, mujer! Y, sí, embaucar a la gente con múltiples premios amañados se merece reacciones altamente atrabiliarias, por no hablar de procesos judiciales o de embreamiento con plumas.
El perjuicio es general: la perjudican a ella, que, planetizada, ha seguido una carrera de premios amañados y ha acabado escribiendo libros de autoayuda; y también a todos aquellos que podrían haber sido justamente premiados. Espido padece un profundo narcisismo que la vuelve incapaz de comprender que lo que se odia seguramente no sea a su imagen mediática de escritora con nombre absurdo (se llama María Laura, Espido Freire son sus apellidos), sino a los hechos reales que ha ido perpetrando la auténtica Espido Freire: la que ha aceptado premios amañados, por ejemplo, en lugar de "ganarlos".
Pero tus seguidores son una legión, y yo creo que te siguen desde hace muchos años.
¡Pues claro! Helos aquí, preparados para escuchar a Espido:

La legión de seguidores de Espido Freire.