sábado, 25 de octubre de 2008

La farsa mediática anual del Premio Planeta.

En 1994, tanto Miguel Delibes (2) como Ernesto Sábato denunciaron que les había sido ofrecido este premio. Aquel año resultó ganador Camilo José Cela con su mediocre La cruz de San Andrés. Cela fue más tarde acusado de plagio por una participante cuya obra, enviada al certamen, Cela habría reescrito. Rechazada en un primer momento, por tratarse de una reescritura y no haberse copiado fragmentos literales, la causa volvió a plantearse mediante una serie de múltiples puntos argumentales comunes.


En 2005, Juan Marsé, miembro del jurado, declaró durante su entrega que, siendo todas las obras presentadas de calidad subterránea (y no pudiendo el premio ser declarado desierto), se había votado a la menos mala (2), perteneciente a la premiowoman Maria de la Pau Janer, y titulada Pasiones Romanas, cuya crítica acompasada se puede encontrar aquí. También existe una crítica acompasada de la obra finalista Y de repente, un ángel de Jaime Bayly.


En 2008, Luis María Anson denuncia desde El Mundo, la víspera de su entrega, que «El premio está concedido de antemano» y afirma también: «Cuando un editor se juega docenas de millones de pesetas con una novela quiere que ésta, antes que nada, sea comercial. Así es que expertos de los comités de lectura leen las obras presentadas para elegir entre ellas a la media docena que se pasan al Jurado, con el denominador común de su futuro éxito de venta. No sólo eso. La mayoría de los miembros del Jurado reciben una indicación de la novela preferida por la editorial».

(Recordemos que, en 2007, Anson denunció La farsa del premio Lara de novela).


Dos días más tarde, Carmen Rigalt, también columnista de El Mundo, afirma: «me sorprende que sea Anson quien a estas alturas pretenda descubrir la pólvora a costa de Lara. En lo tocante a premios, Planeta no constituye ninguna excepción», y habla de cuando a ella le fue concedido el puesto de finalista, sin ocultar que conocía el fallo de antemano, aunque temía que el premio le fuese retirado.


Hechos:


-De todos es conocido que el nombre real de los ganadores de este fingido certamen, pese a presentarse estos bajo seudónimo, es conocido días antes de su fallo.


-Es comúnmente concedido a figuras mediáticas, como presentadores de televisión o escritores mediáticos.


-No es raro obtener primero el puesto de finalista y, unos años más tarde, el de ganador, como es el caso de Mercedes Salisachs, Fernando Schwartz, Fernando Sánchez Dragó, Maria de la Pau Janer, Julio Manegat, Fernando Savater (o a la inversa, como Fernando Quiñones).


-Existen críticas acompasadas de algunas obras premiadas: La canción de Dorotea, de Rosa Regás; Melocotones helados, de Espido Freire; Mientras vivimos, de Maruja Torres (en el libro La gran estafa. Alfaguara, Planeta y la novela basura, de Manuel García Viñó).


-Un colaborador de la Cadena SER afirmó el pasado fin de semana que a los periodistas asistentes a la ceremonia se les hacen regalos tales como reproductores DVD o televisores, pero que este último año sólo recibieron un despertador.


-Representantes del Gobierno, de la comunidad catalana e incluso de la Corona, se prestan a participar en esta vergonzosa farsa, propia de caciques y catetos de pueblo.

2 comentarios:

  1. El problema, no ya sólo es que un premio del calibre del Planeta esté otorgado de antemano, sino que premimos de categoria muy inferior tambien lo están y ciertos "autorcillos" acepten eso como parte del negocio.
    A mí me ofrecieron ganar cierto concursete de baja estopa a cambio de renunciar, por supuesto, a los derechos sobre la obra en cuestión. El sistema literario en este país es sencillamente nauseabundo. Veremos que sucederá cuando Google asalte el mercado como está haciendo en USA.
    Saludos.

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  2. ¡Cuánta razón tienes!

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