viernes, 26 de diciembre de 2008

¡Hola, Javier Marías!

Javier Marías nos ha vuelto a sorprender con una de sus ocurrencias, aunque, afortunadamente, esta vez no se trata de una novela. Y es que se le ha ocurrido ponerse a investigar a ver qué decían de él en Internet y, claro, ha descubierto (o eso finge) que en Internet las personas opinan libremente y ¡dicen lo que piensan! ¡Y no se los puede despedir ni exigir que los despidan, porque, los muy libérrimos, no están asalariados! (No se puede hacer como se hizo con Ignacio Etxeverría, por ejemplo).


El caso es que, después de presumir de no escribir con un PC, sino con una Olympia (lo que equivale a ir en burro y sacar pecho), suelta:


«Lo que más me ha desagradado, sin embargo, son los llamados blogs y foros, por algunos de los cuales me he dado un paseo»; no dice si fue en burro el paseo, pero, como diría Borau, «la cagaste, Burt Lancaster»: es en los blogs, foros y demás focos de libre expresión donde los ciudadanos pueden todavía expresarse con libertad.


Marías protesta contra aquellos «Amparados en el anonimato cobarde de los llamados nicks». Supongo que bajo el amparo de un grupo empresarial como PRISA o Planeta, todo el mundo debe de parecer un cobarde, ¿no, Marías? Por eso, por tu valentía, te parece tan mal que se hable de ti con libertad y sin miedo a perder el empleo.


«veo una sobreabundancia de rabiosos y cabreados, de individuos a los que todo parece una mierda,»


Bueno, a mí lo que escribió Victor Hugo no me parece «una mierda»; en cuanto a lo que he leído de Javier Marías, es algo que ya se aproxima más al concepto.


«o que dedican horas y horas a estudiar la obra de un autor, por ejemplo, con el solo ánimo de ponerla a caldo, en vez de abstenerse -como quizá sería lo lógico- de seguirla leyendo»


Pues no, mira, si me trago alguna tontada o burrez tuya (o de cualquier otro), resulta que, ¡ignominiosa afrenta!, puedo expresarme aquí y mostrársela al mundo, explicando dónde está la cola del burro, dónde las orejas, por qué huele tan mal, etc…


Lo tontaina es creer que la crítica literaria sólo está para bombear la popularidad de cuatro mendrugos pedantescos y que, de no querer hacerlo, tenga aquella que guardar silencio.


Marías también califica de taberna la blogosfera (quizá él prefiera los chiringuitos bien organizados) y dice tener “la sensación de vivir en una región ocultamente furibunda, en la que más vale no entrar, si es posible”. Claro, si vives en una cierta región, es mejor no entrar en ella.


Ignacio Escolar apunta a que quizá sea Rafael Reig uno de los molestos bloggers.


Por cierto, ¿furibunda?

martes, 16 de diciembre de 2008

Tres críticas acompasadas.

Se trata de un trío de críticas acompasadas que he descubierto hace poco porque no estaban listadas en la sección Cuadernos de Crítica, de La Fiera Literaria digital, o porque no había oído hablar de ellas.


Crítica acompasada de El código da Vinci, de Dan Brown, por Clandestino Menéndez.


Demasiadas palabras, crítica acompasada de Una palabra tuya, de Elvira Lindo, por M. Asensio Moreno.


El jardín de las desdichas, crítica acompasada de Más allá del jardín, de Antonio Gala, por M. Asensio Moreno.

domingo, 7 de diciembre de 2008

La SGAE entra en la RAE.

La popularidad de la Real Academia Española, decreciente gracias al ingreso de personajes como Juan Luis Cebrián, consejero delegado de PRISA, y de escritores mediáticos como Arturo Pérez Reverte (!) o Javier Marías (!!) –a los que, por cierto, publica la editorial Alfaguara, perteneciente al mismo grupo empresarial-, ha recibido hace poco un nuevo banderillazo en todo el cogote.


Esta vez, aprovechando la no tan lejana muerte de Fernando Fernán-Gómez –al que también se había incrustado en la academia-, han calzado en su poltrona a José Luis Borau, presidente de la SGAE, conocida entidad sin ánimo de lucro.


Este aclamado director de Spaghetti Westerns y nuevo héroe académico reivindicó la inclusión en el diccionario de la RAE de términos como ‘landismo’ o ‘berlanguiano’, que todos utilizamos a diario, o de expresiones como ‘La cagaste, Burt Lancaster’.


Se cuenta que estas increíbles aportaciones fueron entusiásticamente aplaudidas por los asistentes al acto, que llegaron a hacer la ola en multitud de ocasiones, provocando una leve marejada. Se cuenta también que, al escucharlas, Javier Marías aplaudió con las orejas, mientras que Pérez Reverte lo hizo con sus cartaginesas cachas.

viernes, 28 de noviembre de 2008

El Corte Inglés quiere endilgarte estos libros.

Aquellos que visitéis la tienda online de libros de El Corte Inglés podréis descubrir un alarde ético de esta empresa en lo que a venta de libros se refiere.


Al parecer, la mayoría de las veces que seleccionas un libro, el algoritmo de recomendación te recomienda un libro del mismo autor y, a continuación, cuatro libros adicionales que suelen ser siempre los mismos: los libros que El Corte Inglés, por algún motivo, quiere encasquetarnos.



En el momento presente quieren vendernos: El niño con el pijama de rayas (John Boyne), El arte de conducir bajo la lluvia (Garth Stein), El don (Richard Paul Evans) y Viento y ceniza (Diana Gabaldon).





Y hace unos días eran: El niño con el pijama de rayas (John Boyne), La elegancia del erizo (Muriel Barbery), El emblema del traidor (Juan Gómez-Jurado) y El último catón (Matilde Asensi).






Como seguirá cambiando en el futuro, os dejo los enlaces de El padre de Blancanieves, El juego del ángel y de El Mundo.


Lector malherido también trató de este turbio asunto en un par de posts:

-Si te gusta este libro quizá te guste...

-Qué es el qué, de Dave Eggers.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Bochornosa Breda. Crítica acompasada de El sol de Breda (Arturo Pérez Reverte, Editorial Alfaguara).


No dejaba de preguntarme por qué de esta saga se habían hecho varios superventas (o eso dicen, sin dar números); por qué se había adaptado a la gran pantalla (dicen que con bodriescos resultados); por qué se equiparaba al binomio Cervantes/Quijote con el Pérez/Alatriste; por qué, en fin, se le dedica tanta atención en los medios a un sujeto como Pérez Reverte. Por esto se me ocurrió acometer la crítica acompasada de uno de estos alatristes, como ya había hecho con el discurso de ingreso en la RAE de Javier Marías.

Capítulo primero.

Pág.11: Esta pretendida novela de aventuras comienza con un descubrimiento: «Voto a Dios que los canales holandeses son húmedos en los amaneceres de otoño», tratándose de unos canales, quizá esperaba encontrar unas chumberas.

Ibídem: Nos habla de un sol «hereje», presumo que el mismo que amanece por todo el planeta.

Pág.12: «Supongo que me habrán reconocido», dice el narrador y, a continuación, se identifica. Balboa –pues así se llama- nos cuenta ser perito en el arte de salir «bien acuchillado»: el soldado que se precia de esto sin duda es muy apreciado por sus compañeros.

Balboa y compañía se dirigen, disfrazados, a la toma de un fuerte holandés, degüellan a un par de pobres holandeses y suben a un puente levadizo (pág.14: «trepaba como una ardilla») para bloquear su mecanismo.

Pág.15: El grupo entra «degollando a mansalva» y Pérez se cree en la necesidad de hacer un alto (¿justo ahora que comienza la acción?): «Hoy, los libros de Historia...», ¿y cómo lo sabía Balboa entonces? Con él, Pérez pretende justificar los múltiples degüellos y farda de «furia española».

Ibídem: Sorprendentemente, la acción recién inaugurada se disuelve: «ahorro detalles. Únicamente diré que todo era un va y viene de arcabuzazos, gritos y estocadas, y que ningún varón holandés [...] quedó vivo para contarlo». Pues ¡vaya con la novela de aventuras! ¡Cinco páginas caminando y farfollando, y apenas una de degüellos!
Enseguida comienza el saqueo, al que se dedican más páginas que a la toma en sí del fuerte; Balboa y su compinche se agencian, entre otras cosas, dos jarras.

Pág.17: «el pueblo había sido tomado, dicho en plata, a puros huevos», ¡esa lengua, Pérez!

Prosigue una cháchara que extraña al lector anhelante de aventuras, se nos habla de lo duro que es ser soldado (pág.19): «Tiempos difíciles y crueles. Tiempos duros.» Se había entendido la primera vez.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

El héroe pedestre Pérez Reverte sufre una temible persecución.

El heroico denunciador Pérez Reverte vuelve a sorprendernos en su columna del XLSemanal (y en su web), esta vez con una aportación llamada a perpetuarse en la historia del periodismo español. ¿Qué denuncia Pérez? ¿Se trata del conflicto Palestino-Israelí?, ¿del hambre en el mundo?, ¿de los niños soldado?, ¿del trabajo infantil?


¡No! Se trata de algo mucho más importante.


Pérez está sufriendo una persecución. Tiene un archienemigo: un malvado que sitúa excrementos perrunos en su camino. Se trata, por supuesto, de algo personal, pues resulta evidente que todo excremento encontrado en la calle ha sido allí situado para fastidiar a nuestro ombligo favorito del universo.


Por ello, acosado por este implacable adversario, nos regala con esta columna trufada de onomatopeyas como: “plas”, “zaca”, “raaas” o “chof, chof”, calculando la distancia que separa a un excremento del siguiente, la capacidad de ciertos calzados para almacenar la materia y otras cuestiones propias de su elevada mentalidad.


Se trata sin duda de la denuncia de un columnista auténtico, de raza, y una de las que harán época.


Pérez se compara con Rambo: zigzaguea, se arrastra, avanza... ¡cuerpo a tierra! (chof) Lo que este nuevo Ulises, quizá comparable a Don Pelayo, no dice –pero a mí me consta- es que a partir de ahora portará un estoque con el que, para combatir la injusticia de este mundo, cercenará todo excremento perruno que se ponga a su mortífero alcance, dividiendo su masa y duplicando su número.


Ya se oyen retemblar, entrechocantes, las cachas perrunas de cientos de miembros de la especie canina.


Que se quite el Zorro donde esté Pérez.

viernes, 31 de octubre de 2008

Antiguo catedrático de Ética castigado este año con el Premio Planeta.

Aunque ya he tratado del Premio Planeta en otro post, no he dedicado a su víctima del presente año toda la atención que merece. Y es que el otrora profesor y catedrático de Ética, Fernando Savater –autor de obras como Invitación a la ética (1982), Ética como amor propio (1988), Ética para Amador (1991), Ética para o seu filho (1996), Ética y ciudadanía (2002), Los caminos para la libertad: Ética y educación (2003)-, ha sido maculado este año con el infame Premio Planeta.


¡Bravo! ¡Es todo un triunfo para la ética! ¡Enhoraburra, Savater!


Irónicamente, el título de su obra es La hermandad de la buena suerte (2008), cuando bien podría haberse llamado La hermandad de los mucha jeta, La hermandad del ¡Dios mío! ¡Está lleno de euros! o La hermandad del dame pasta y pongo el pompis...


Savater muestra la culminación de su carrera como ético.


Otro comentario sobre el asunto en La Fiera Literaria.

sábado, 25 de octubre de 2008

La farsa mediática anual del Premio Planeta.

En 1994, tanto Miguel Delibes (2) como Ernesto Sábato denunciaron que les había sido ofrecido este premio. Aquel año resultó ganador Camilo José Cela con su mediocre La cruz de San Andrés. Cela fue más tarde acusado de plagio por una participante cuya obra, enviada al certamen, Cela habría reescrito. Rechazada en un primer momento, por tratarse de una reescritura y no haberse copiado fragmentos literales, la causa volvió a plantearse mediante una serie de múltiples puntos argumentales comunes.


En 2005, Juan Marsé, miembro del jurado, declaró durante su entrega que, siendo todas las obras presentadas de calidad subterránea (y no pudiendo el premio ser declarado desierto), se había votado a la menos mala (2), perteneciente a la premiowoman Maria de la Pau Janer, y titulada Pasiones Romanas, cuya crítica acompasada se puede encontrar aquí. También existe una crítica acompasada de la obra finalista Y de repente, un ángel de Jaime Bayly.


En 2008, Luis María Anson denuncia desde El Mundo, la víspera de su entrega, que «El premio está concedido de antemano» y afirma también: «Cuando un editor se juega docenas de millones de pesetas con una novela quiere que ésta, antes que nada, sea comercial. Así es que expertos de los comités de lectura leen las obras presentadas para elegir entre ellas a la media docena que se pasan al Jurado, con el denominador común de su futuro éxito de venta. No sólo eso. La mayoría de los miembros del Jurado reciben una indicación de la novela preferida por la editorial».

(Recordemos que, en 2007, Anson denunció La farsa del premio Lara de novela).


Dos días más tarde, Carmen Rigalt, también columnista de El Mundo, afirma: «me sorprende que sea Anson quien a estas alturas pretenda descubrir la pólvora a costa de Lara. En lo tocante a premios, Planeta no constituye ninguna excepción», y habla de cuando a ella le fue concedido el puesto de finalista, sin ocultar que conocía el fallo de antemano, aunque temía que el premio le fuese retirado.


Hechos:


-De todos es conocido que el nombre real de los ganadores de este fingido certamen, pese a presentarse estos bajo seudónimo, es conocido días antes de su fallo.


-Es comúnmente concedido a figuras mediáticas, como presentadores de televisión o escritores mediáticos.


-No es raro obtener primero el puesto de finalista y, unos años más tarde, el de ganador, como es el caso de Mercedes Salisachs, Fernando Schwartz, Fernando Sánchez Dragó, Maria de la Pau Janer, Julio Manegat, Fernando Savater (o a la inversa, como Fernando Quiñones).


-Existen críticas acompasadas de algunas obras premiadas: La canción de Dorotea, de Rosa Regás; Melocotones helados, de Espido Freire; Mientras vivimos, de Maruja Torres (en el libro La gran estafa. Alfaguara, Planeta y la novela basura, de Manuel García Viñó).


-Un colaborador de la Cadena SER afirmó el pasado fin de semana que a los periodistas asistentes a la ceremonia se les hacen regalos tales como reproductores DVD o televisores, pero que este último año sólo recibieron un despertador.


-Representantes del Gobierno, de la comunidad catalana e incluso de la Corona, se prestan a participar en esta vergonzosa farsa, propia de caciques y catetos de pueblo.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Descarada publicidad y amiguismo en la Cadena SER.

Quienes escucharan la tertulia del lunes por la noche en la Cadena SER habrán podido escuchar una de las formas de publicidad más descaradas que existen hoy en los medios de comunicación. Es la publicidad del “amigo”.


Y es que estando la tertulia a punto de acabar y despidiéndose ya los tertulianos, uno de ellos tiene algo muy importante que decir. ¿Qué? Pues se trata de que al pasado ganador del dudosísimo Premio Planeta, Juan José Millás, escritor mediático del Grupo PRISA, le han concedido este año el Premio Nacional de Narrativa (y a su Premio Planeta). Y el tertuliano, como buen amigo que es de Millás, pues quiere felicitarlo y, para que todo quede en familia, lo hace en directo por la radio.


Esto le llama la atención a un segundo tertuliano, que dice que no sabía que se pudiera hacer tal cosa. La directora del programa, para dejar claro que allí esto no sólo se puede hacer, sino que es práctica común y admitida, procede a su vez a felicitar a Carlos Fuentes, el último Premio Don Quijote.


En la misma cadena puede el lector, si es oyente de la misma, haber escuchado hablar de otros amigos de la Cadena SER como, por ejemplo, Almudena Grandes.


Parece ser que no consiguen liquidar todos los ejemplares del último Premio Planeta y van a hincharlo con premios adicionales, y parece ser que en este chiringuito colabora, muy corporativamente, la Cadena SER.


¿Se darán cuenta de que con estas intervenciones se descalifican a sí mismos y a la emisora de radio en la que trabajan?

jueves, 9 de octubre de 2008

Desmentidos

Es falso que el neoacadémico Marías quiera cambiar el significado del adjetivo «sendos» por dos. Él cree que ya lo tiene.


Completamente falso que Arturo Pérez deseche alguna cita, soneto o perorata histórica mientras prepara una aventura alatristera.


Falso también que Arturo Pérez se duerma mientras revisa cada emocionante aventura alatristera. Quien se duerme es su corrector.


Falsísimo que el próximo Premio Planeta haya celebrado hace poco su triunfo. La celebración se produjo hace dos años.


No es verdad que Zafón lea literatura española. Prefiere ver capítulos de El Comisario, que le parecen más literarios.


Falso que a Javier Marías le gusten los anacolutos tanto como para que firme autógrafos con un sello de caucho. Se los firma un negro que siempre va con él.


Es falso que Juan Manuel de Prada haya evolucionado del simio.


Del todo falso que Arturo Pérez se haga flanquear por dos veteranos soldados cuando sale a comprar el pan. Tan sólo porta un pendón del tercio de Cartagena.


Falso que a un lector de Javier Marías le haya brotado en su frente una nalga. Cuando estas brotan, lo hacen por pares.


Completamente falso que el próximo producto escrito de Zafón vaya a venir acompañado de un compacto con pedorretas y eructos del autor: el Zafón-Mix se venderá por separado y el producto escrito traerá sólo un vale descuento.


Falso que Arturo Pérez haya descubierto hace poco que la palabra bisectriz sea más que una forma de referirse al aparato genital femenino.


Incorrecto que Arturo Pérez haya proclamado el advenimiento del Reino de Carpetovetonia, reclamando la totalidad de la Península Ibérica y erigiéndose en monarca absoluto y desnatado.


Falso de toda falsedad que el planetizado Boris Izaguirre vaya a ser el próximo en ingresar en la Academia de la Lengua. Falso también que tenga pensado acudir a su acto de ingreso vestido únicamente con un preservativo.


Falso que Rosa Regás haya reclamado unas etiquetas con el rótulo «sírvase usted mismo» que olvidó en la Biblioteca Nacional. Falso también que hayan sido encontradas bajo la cuna de los incunables.


Incorrecto que el Miembrasterio de Igualdad aspire a declarar la igualdad entre Lucía Etxebarría y Miguel de Cervantes.

jueves, 25 de septiembre de 2008

El padrenuestro según Marías.

Me comunican que Javier Marías reza el padrenuestro de aquesta guisa:



Nuestro propio padre que estás en los cielos

santamente santificado sea tu nombre nombrado

venga a nosotros tu reino republicano

hágase tu voluntad en los medios y en la academia

el pan consuetudinario de cada día dánosle a diario

y perdona nuestros anacolutos como nosotros también no nos los perdonamos

no siegues nuestra cabeza con un árbol -¡la nuca!-, amén.



Lector Iracundo no recomienda a sus lectores que traten de emular al supremo estilista adoptando esta nueva versión de la conocida oración. Tamaño sacrilegio podría provocar su condenación eterna, o peor: su ingreso en la Real Academia de la Lengua.

domingo, 17 de agosto de 2008

Ernest Hemingway vs. Javier Marías.

He aquí dos fragmentos mediante los cuales el premio Nobel estadounidense y el supremo estilista español narran un acto sexual. Busque el lector, si gusta, las diferencias.


Por quien doblan las campanas (Ernest Heminway).

Capítulo 13. Pág.114.


“Y hubo entonces el olor de la jara aplastada y la aspereza de los tallos quebrados debajo de la cabeza de María, y el sol brillando en sus ojos entornados. Toda su vida recordaría él la curva de su cuello, con la cabeza hundida entre las hierbas, y sus labios, que apenas se movían, y el temblor de sus pestañas, con los ojos cerrados al sol y al mundo. Y para ella todo fue rojo naranja, rojo dorado, con el sol que le daba en los ojos; y todo, la plenitud, la posesión, la entrega, se tiñó de ese color con una intensidad cegadora. Para él fue un sendero oscuro que no llevaba a ninguna parte, y seguía avanzando sin llevar a ninguna parte, y seguía avanzando más sin llevar a ninguna parte, hacia un sin fin, hacia una nada sin fin, con los codos hundidos en la tierra, hacia la oscuridad sin fin, hacia la nada sin fin, suspendido en el tiempo, avanzando sin saber hacia dónde, una y otra vez, hacia la nada siempre, para volver otra vez a nacer, hacia la nada, hacia la oscuridad, avanzando siempre hasta más allá de lo soportable y ascendiendo hacia arriba, hacia lo alto, cada vez más alto, hacia la nada. Hasta que, de repente, la nada desapareció y el tiempo se quedó inmóvil, se encontraron los dos allí, suspendidos en el tiempo, y sintió que la tierra se movía y se alejaba bajo ellos.”



Todas las almas (Javier Marías).

Págs.145-147. (Continúa en 148-149).


“‘Tengo la polla dentro de su boca’, pensé al tenerla, y lo pensé con estas palabras, pues sólo esas palabras vienen cuando se pone en palabras o en pensamientos lo que se está haciendo con lo que denominan (cuando lo que denominan está actuando), más aún si no se conoce apenas el otro cuerpo y sobre todo si las palabras hacen referencia a las partes del cuerpo propio y no a las del otro, con las que siempre se es más respetuoso y para las que sí se buscan y emplean los eufemismos y las metáforas y los términos neutros. ‘Tengo la polla en su boca’, pensé, ‘y no es como otras veces, como tantas veces desde hace mucho tiempo. La boca de Muriel es succionadora, como noté desde el primer momento, desde que la besé, pero no es tan espaciosa y líquida como la de Clare Bayes. Le falta saliva y le falta sitio. Sus labios son bonitos, pero un poco finos, y están parados; o, más que parados (que no lo están pues noto mucho su movimiento), carecen de flexibilidad, son rígidos. (Son como cintas tensadas.) Mientras tengo la polla en su boca veo sus pechos, son blancos y grandes y de pezón muy oscuro, a diferencia de los de Clare Bayes, que combinan sus dos colores sin estridencias, como la transición del color del albaricoque al de la avellana. Noto en mis muslos (que los aprietan un poco, sin hacerle daño) la contextura de estos pechos blancos, y aunque esta chica es muy joven, la constitución es blanda, como de plastilina nueva y aún no amasada ni endurecida por el uso y las huellas del niño que juega con ella. Yo jugué mucho con plastilina, pero ignoro si el niño Eric jugará con ella. Que tenga la polla en la boca de Muriel es incomprensible (quién lo hubiera dicho hace sólo tres horas, cuando yo hacía tiempo para salir de aquí y me afeitaba vigilando la luz de la tarde y tal vez ella se pintaba los labios en el espejo del cuarto de baño de su casa o granja de Wychwood Forest pensando en un desconocido: los labios tan despintados ahora). Mucho más incomprensible que ir a tenerla, como la tendré muy pronto, metida en su sexo, pues en su sexo –es de esperar- no habrá habido nada durante las últimas horas, mientras que en su boca ha habido chicle y ginebra y tónica y hielo, y humo de cigarrillos, y cacahuetes, y mi lengua, y risa, y también palabras que yo no he escuchado. (La boca está siempre llena y es la abundancia.) Ahora no bebe ni fuma ni mastica ni ríe ni dice nada, porque tiene mi polla en la boca y está distraída, y sólo eso cabe. Yo tampoco hablo, pero no estoy distraído, sino que estoy pensando.’

Y luego, un poco más tarde, todavía arriba, en el piso tercero de mi casa piramidal, aún desnudo en mi cama, volví a pensar y pensé esto: ‘Con ella no echo en falta lo que siempre echo en falta cuando me acuesto con Clare, a saber: que la polla tenga ojo, que tenga visión y tenga mirada, que pueda ver a la vez que se acerca o entra o ha entrado en su sexo.”

sábado, 2 de agosto de 2008

El modesto Ruiz Zafón contra la pose y la pretensión.

Ruiz Zafón en una entrevista del diario El País: "Aquí la literatura es un gueto de mediocridad y pretensión".

P. ¿Alta literatura en televisión?

R. El 99% [¿y por qué precisamente el 99%?] de la mejor narrativa que se hace hoy, de la literatura de calidad, de la gente profesional sin pretensiones ni pedantería ni pose, de la que de verdad sabe construir personajes e historias, o sea, de los que de verdad saben escribir, está en la televisión o en el cine, pero sobre todo en la primera. Gente con ambición, oficio y talento ya prácticamente no está trabajando en literatura. Ésta se ha convertido en un gueto de mediocridad, de aburrimiento, de pretensión y de pose.


"¡Pretenciosos y mediocres escritores de pose!"

lunes, 21 de julio de 2008

Párrafo de Seda (Alessandro Baricco, Anagrama).

Hace unos días estaba dando una vuelta por entre las mesas de “novedades” y se me ocurrió abrir este libro al azar, sólo por curiosidad. Y hay que tener mala suerte.

Al comienzo del segundo capítulo se puede leer:

“A principios de mayo los huevos se rompían, liberando una larva que, después de 30 días de febril alimentación a base de hojas de morera, procedía a encerrarse nuevamente en un capullo, para luego salir definitivamente dos semanas más tarde, dejando tras de sí un patrimonio que en seda hacía mil metros de hilo crudo y en dinero una bonita cantidad de francos franceses: suponiendo, claro está, que todo esto acaeciera en el respeto de las reglas y, como en el caso de Hervé Joncour, en alguna región de la Francia meridional.”

Un breve vistazo a cualquier enciclopedia revela que cuando se permite al animal salir del capullo, el patrimonio capullesco queda bastante deteriorado por los ácidos segregados y el agujero que aquel hace al salir.

Hay que hervirlo para conservarlo intacto.

viernes, 27 de junio de 2008

Primera oración de Instrucciones para salvar el mundo (Rosa Montero, Editorial Alfaguara).

Lo que sigue es la primera oración de este libro con título tan modesto y tan poco rimbombante, bestseller de nacimiento en su primera edición:


La Humanidad se divide entre aquellos que disfrutan metiéndose en la cama por las noches y aquellos a quienes les desasosiega irse a dormir.”


Dejando de lado esa Humanidad que, indudablemente, será superior a la humanidad que conocemos el resto de los mortales, el lector atento puede observar que Rosa Montero está afirmando que a serenos, basureros o vigilantes jurado con turno de noche les desasosiega el irse a dormir tempranito por la mañana. ¡Pues no!, yo soy sereno y siempre he dormido estupendamente.

domingo, 15 de junio de 2008

Elogio de la crítica acompasada.

Que los críticos de los suplementos semanales cobran su sueldo de las editoriales es algo por todos conocido: las editoriales pagan publicidad al suplemento, el suplemento paga su sueldecito a los críticos.

Poca independencia cabe esperar de un sistema así, y ahí está el ejemplo de la crítica de destrucción masiva escrita por Ignacio Echevarría.

Cosa muy diferente son los blogs, en los que abunda el descojone a costa de los citados suplementos.

Pero hoy quiero hablar de la crítica acompasada, algo que me encanta y que en La Fiera Literaria definen como una lectura atenta durante la cual se van tomando notas gracias a las que:

“van siendo puestas al descubierto las faltas gramaticales, los errores de léxico, los atentados contra la lógica, la estética y el estilo y, hablando sin disimulo y casi podría decir que sobre todo, las vaciedades y las auténticas tonterías, que, como se verá, abundan en los libros aquí analizados”

Me encanta la crítica acompasada porque me muestra los errores que comete ese “supremo estilista” o cómo escribe en realidad el último “nuevo Cervantes” que han proclamado los medios. Algunos ejemplos:

Corazón tan blanco (Javier Marías):

Pág.15.-"...el murmullo del grupo agrupado en la puerta del cuarto de baño..." ¡Muy bien, Marías! ¡Los grupos, que se agrupen!

Pág. 16.- La observadora doncella ve cómo los recién llegados "se apresuran por el pasillo hacia el cuarto de baño de la multitud". ¡El cuarto de baño de la multitud! ¿Qué es eso? ¿Qué cuarto de baño puede ser denominado así? ¿El de una plaza de toros? ¿El de un estadio?

Pág. 173.- "Estaba inmóvil, luego no cojeaba". ¡Luminoso!

Pág. 212.- "su espalda respiraba agitada..." Se trataría tal vez de la espalda branquial de un mutante?

Id.- [La espalda respiraba] "con prisa o apuro o susto o era nocturna". ???

Puedes encontrar críticas acompasadas en:

La Fiera Literaria

Literaturas.com


Algunas sueltas que he encontrado por Internet:

La canción de Dorotea (Rosa Regás).

La historiadora (Elisabeth Kostova).

El alquimista (Paulo Coelho).

Y de repente, un ángel (Jaime Bayly).

Ángeles y demonios (Dan Brown).

Harry Potter y el misterio del príncipe (JK Rowling).

Y es que todos tenemos derecho a indignarnos cuando nos incitan a malgastar nuestro dinero o a perder nuestro tiempo con el último excremento mediático publicado y, puestos a indignarse, es mucho mejor hacerlo públicamente para advertir a los demás.

Yo, por ejemplo, he hecho una prueba con el discurso de ingreso en la RAE de Javier Marías, ese supremo estilista del “grupo agrupado” y otros recursos simplotes. Y no sólo he conseguido acabármelo, sino que encima me he divertido leyéndolo.

jueves, 22 de mayo de 2008

Crítica acompasada del discurso de ingreso de Javier Marías Franco en la Real Academia Española.

Puedes descargarte el discurso completo desde aquí.

El curioso comienzo (página 9):

“No sé cuál es el criterio que los lleva a ustedes a admitir en el seno de su digna institución a algunos novelistas. En realidad se me hace difícil entender que admitan
a cualquier novelista, es decir, a novelista alguno, ya que, si la contemplamos desde un punto de vista adulto y mínimamente serio, nuestra labor es bastante pueril.”

Me permito sugerir algunos criterios: ser un escritor mediático, publicar en Alfaguara-PRISA, ser amigo (o hijo) de otro académico.

Ibídem: “Pero nuestra labor no solamente es pueril, sino absurda, una especie de trampantojo, un embeleco, una ilusión, una entelequia y una pompa de jabón (curioso remate). En el fondo esté destinada al fracaso (y si no que se lo digan a Coetzee) y además es casi imposible.”

Página 11: “Las más de las veces decimos sin saber lo que decimos”. Habla del origen y la estructura de determinadas expresiones, pero es igualmente aplicable a su obra. Continua citando a Ortega y Gasset y, en páginas sucesivas (13-15), para explicar que no todo tiene su equivalencia en las diversas lenguas, Marías pone el ejemplo del sol, la luna y la muerte, que cambian de género, pero sí que tienen equivalencia. Pues podía haber puesto un ejemplo que no la tuviera, que los hay y él los conoce.

domingo, 18 de mayo de 2008

Perlas pereznas.

En una entrevista prenavideña y promocional (porque hay que vender a los autores de la casa, vamos), Arturo Pérez-Reverte, trabajador de PRISA, dijo:



P. Un día de cólera se puede leer como un parte de bajas. Esa obsesiva y recurrente enumeración de las víctimas, todos esos nombres de los participantes, párrafos enteros. ¿No teme que puedan hacer engorrosa la lectura?

R. Era fundamental lo de los nombres. Estoy hablando de personas, del albañil, la pescadera, el picador, gente concreta, gente de verdad, seres humanos. Eso no puede hacerse de forma anónima. El lector tiene que reconocerlos. Además, es un recurso clásico, a la manera homérica. La Ilíada, salvando las distancias, está llena de nombres y genealogías. No escatimo esa reiteración. Los personajes del Dos de Mayo no son abstracciones patrióticas. Tengo las listas y las uso.

P. Y si al lector le corta...

R. Que se fastidie. El libro lo requería. Creo que ese uso de los nombres aporta más de lo que pueda entorpecer. Tras la lectura, no te queda un concepto abstracto como el pueblo de Madrid, sino nombres, personas. De todas formas, ojo, eso de los nombres es algo que dosifico y sitúo estratégicamente en la narración.

P. Hace constar las profesiones de los que cita, y las edades, que sirven para ver que en la calle había hasta niños y ancianos.

R. Sin esos datos no se entiende el Dos de Mayo, sin ellos nos manipulan, te llevan al huerto los políticos y los hijos de la gran puta, ponlo así, por favor.



La primera negrita añade poco a la justificación de un recurso literario, más bien parece contradecir lo que ha argumentado previamente.

La segunda está completamente fuera de lugar.

La tercera es un desvarío: ¡nos manipulan!, ¡nos llevan al huerto!, ¡hijos de la gran puta! (psst, apunta el taco que es importante).

El coronel no tiene quien le escriba (Gabriel García Márquez, Espasa Calpe).

No está mal, recomiendo su lectura; pero no quiero dejar pasar esta frase sin comentarla:

Página 69: “mientras revolvía la olla donde hervían cortadas en trozos todas las cosas de comer que la tierra del trópico es capaz de producir”

Eso es una olla y lo demás son tonterías.

viernes, 9 de mayo de 2008

Balcells y los premios literarios.

No creo que esto sea una novedad para nadie y la entrevista es de julio del 2006, pero la he descubierto hace poco y me parece interesante.

- —Pero ¿cómo funciona el mecanismo de esos premios?
- —Transcurrido un tiempo desde la publicación de las bases, si la editorial no ha encontrado ningún título que le plazca, se dedica a cortejar a los escritores que cree ideales para ganar. A veces se acercan a un escritor de otra editorial, lo que algunos consideran un acto de pillaje, aunque para mí es legítimo.

- —Así, ¿son las editoriales las que buscan un ganador?
- —En realidad, los directores literarios nunca garantizan el premio, hay que decirlo en su honor. Ellos están segurísimos de que el autor al que abordan lo ganará, pero no lo garantizan explícitamente, dejan la decisión en manos del jurado. Una práctica habitual es decir: "Te compramos la novela por una cantidad que es la mitad de la dotación del premio. Si pierdes, te la publicamos pagándote ese dinero. Y si ganas, ganarás el doble".

Vamos, que si los originales presentados no gustan se sale a buscar a posibles finalistas. No hay, claro, un contrato de “que te doy el premio” (sólo faltaba), pero por lo general los ganadores suelen conocerse días antes.

lunes, 5 de mayo de 2008

La irresistible ascensión de Harry Potter (Andrew Blake, EDAF).

Cogí este libro porque lo vi en la biblioteca. Pensé que tendría algún interés y la biblioteca es gratis (de momento).

El libro habla de Harry Potter y de algunas cuestiones que pueden haber influido en su éxito, como son una hora de lectura instituida en los colegios británicos o lo cercana (p100) que dice que está la figura del niño mago a los niños de hoy (?), ya que por ejemplo, bajo la túnica llevan zapatillas deportivas y vaqueros, y dicen cosas como “chachi”, “guay”, “súper” e invocan seres que son sustitutivos del padre (esto dice).

Alguien podría pensar que este libro justifica el éxito o pretende hacer una valoración literaria de la saga en cuestión. Ja. Se cita un premio (elWhitbread) al que, presentado El prisionero de Azkabán, la novela no ganó:

P99-100: “En opinión de los miembros del jurado [...] la traducción de Beowulf, al igual que el texto original, es un ejemplo de literatura con mayúsculas porque está bien escrita y El prisionero de Azkaban no lo es porque, bueno, resulta que no está bien escrito”.

Uy, que graciosos ese “bueno” y ese “resulta”. Pero al parecer este profesor de Estudios Culturales del King Alfred’s College no tiene nada que decir sobre si Harry Potter está bien escrito o no. Pues podría haber aprovechado para hacerlo, si iba a poner en duda la decisión de aquel jurado.

Un poco antes, p98: Habla de una “escritura para premios”, no dice literatura para premios, dice escritura. Habla de “novelas muy similares (todas ellas ambiciosas, serias, históricas y filosóficas)”, porque claro, lo que hay que escribir es novelas sin pretensiones, de coña, que vendan hoy (y se olviden mañana) y que no tengan complicadas ideas que dificulten su lectura o, peor aún, su comercialización.

Ahora resulta que hacer literatura es pretender ganar premios, un hacer literatura que el autor pensará que es mucho más vulgar que simplemente querer ganar dinero, dinero que está muy por encima de todo arte, sentimiento, idea o pensamiento.

En suma, una triste equiparación del arte literario a lo que el llama “premiocracia”, supongo que en contraposición a “ventacracia”.

Y todo esto habiendo mencionado el Bookers, que ganó, por ejemplo, el Nóbel sudafricano Coetzee dos veces. Con esto nos ha dicho que Coetzee escribió Vida y época de Michael K o Desgracia, ¡para ganar el Bookers! Claro.

El libro termina con una alusión a cómo a todos nos toca ser testigos de la ascensión del Santo Potter, que está sentado (mediato) a la derecha del padre. Amén.