sábado, 26 de mayo de 2012

Corleone Muñoz Molina y los de dentro.


En su momento conté que Antonio Muñoz Molina detestaba en la Iglesia lo que él mismo practica: populismo, corrupción y privilegios. Aquí tenemos su respuesta en Babelia, titulada Los de dentro.

"Se reconoce en seguida a los que están dentro, a los que han nacido para estarlo. Es un club en el que por ahora todavía está representado mayoritariamente el sexo masculino. Hay quien sin haber publicado nada o casi nada ya ha aprendido todas las maneras, que en su variante española incluyen una jactancia áspera, un lenguaje de clan, una destreza para situarse y repartir juego, para intercambiar favores, una soltura para citar el título de lo que uno mismo ha escrito como si fuera de dominio público, para pronunciar nombres de pila. La literatura es un local que ellos controlan desde la barra; acodados en ella, intercambiando claves, inapelablemente aprobando o descartando, volviéndose a medias para mirar de soslayo a la concurrencia, administrando el sarcasmo, contando anecdotillas denigratorias ya muy manoseadas, detectando candidatos posibles a los que quizás convenga admitir en el club. Les pasa como decía Augusto Monterroso que les pasa a los enanos, que tienen un sexto sentido que les permite reconocerse entre ellos. Siempre están en el secreto de algo que los demás ignoran".

El lector constatará la sumaria dignidad diagonal de este texto, que muestra un incontrolado orgullo paleto. Si puede existir algo más estúpido que pertenecer a una camarilla, es proclamarlo a los cuatro vientos, desde una silla en la RAE, habiendo dirigido un Instituto Cervantes y habiendo recibido el Planeta y otros premios.

Antonio Muñoz Molina, cuyos escritos son una cagada de mosca con sumaria dignidad potencial, alude veladamente a Ignacio Echevarría y el club del que éste no quiere formar parte. Quizá por no resignarse a semejante garrulada, éste último todavía tiene algo que decir, en lugar de ser el Francisco Camps de las letras españolas.

Supongo que Muñoz pensará que, al leer sus memeces, miles de jóvenes se pegarán de tortas con tal de poder limpiarle el ojete a lengüetazos y morderle sus glúteos, sólo para que él les extienda un carné donde ponga "Official Tontolculo's Club Premium".




Ignacio Echevarría amanece tras haber escrito una crítica a Antonio Muñoz Molina.

1 comentario:

  1. A lo mejor soy yo, pero tampoco veo ese orgullo paleto por ninguna parte. El artículo intenta tratar con ironía de las generaciones literarias, simplemente. No es que sea una maravilla, pero es sólo eso.

    Eso sí, "por ahora todavía" es un pleonasmo.

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