domingo, 18 de octubre de 2009

Alerta sanitaria: el ratoncito Pérez Reverte.

Me informan que se ha detectado en muchos hogares la presencia de un carpetovetónico roedor de curiosas costumbres, antes ya percibido en diversos medios de comunicación. Nocturno en su aparecer, y aunque de bondadosa y petulante apariencia, el pequeño mamífero porta objetos tales como gruesos volúmenes históricos, inmensas colecciones de citas y sonetos, e incluso un pendón de los Reyes Católicos.

Suele penetrar en las viviendas aprovechando el sueño de sus habitantes y acostumbra maleducar a los más pequeños de la casa bajo pretexto de hacer un regalo debido a la pérdida de un diente. Hay que tener cuidado porque ciertos ciudadanos han afirmado que es capaz de poner él mismo el diente (llevando numerosa provisión de ellos).

Encuentra sus principales víctimas entre la juventud, que, atraída por su apostura mediática, lo toma por alguien de importancia a quien corresponde escuchar, omitiendo así figuras relevantes del panorama literario español e internacional. El paticorto mamífero es autor de una peligrosa saga de folletines llamada El Capitán Ratatriste, que maliciosamente ofrece a sus incautos y recientes amigos. Muchos de estos jóvenes no llegan nunca a salir de su error ni a desarrollar la mentalidad propia de un adulto.

Por si esto no fuera poco, desgraciadamente para el pueblo español el grisáceo y malhablado roedor carece de toda educación humana y, sorprendido por los padres de los pobres infantes, ha llegado a imprecar a estos con frases tales como “Permitidme tutearos, imbéciles”, a hacer alusiones a las “bisectrices” de las féminas de la casa e incluso a espetar a varones cabezas de familia que tenían “cara de hijo de puta”.

La peligrosidad de este (pese a su ínfimo tamaño) nuevo coco u hombre del saco está por determinar, aunque naturalmente ya ha causado estragos en la educación de los jóvenes asaltados por su vulgaridad, tristemente pregonada por nuestros irresponsables medios de comunicación.


Fotografía de archivo.

5 comentarios:

  1. Conozco de este autor su pose algo atrabiliaria y provocadora, que se portó mal con compañeros reporteros de hace años, que se altera fácilmente, pero, ya llega el pero, me lo he pasado bien, entretenido, con las novelas de Alatriste. Su resto de producción es muy mala, lo que me hace dudar acerca de la autoría real de la saga.

    Parece que sigue la creación de un personaje pasado de vueltas, con mucho dinero, y que se atreve a decir ahora lo que antes no se atrevía. Es un perfecto ejemplo de outsider integrado, juguetón y malcarado.

    Gracias por tu esfuerzo de poner luz a tonterías literarias; junto a lector malherido y a Clandestino formas un buen equipo, enhorabuena.

    Menos mal que no tocas el mundo poético, te recomiendo el blog de criticadepoesia.blogspot.com; allí hay cuchilladas.

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  2. Yo, por suerte, he completado ya mi dentición y no corro entonces el peligro de que un día me levante con un volumen de Alatriste bajo la alhomada.

    No sé si podría resistirlo, empero (por hablar como el colega)

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  3. ¡Gaaaaaaaaaaaggggh, García Viñó! ¡Te odio tanto que me empezado comiendo las uñas y ya voy por los codos! ¡Gaaaaaaaaagggggh!

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  4. Hola iracundo. En mi opinión El Reverte no es tan malo como tu das a entender, ni mucho menos tan bueno como él cree ser, lo que le hace un insoportable pedante. Pero como escritor representa un papel, menor si se quiere, nada excelso, pero interesante de novelista de aventuras con fondo histórico más o menos bien documentado. Bueno para Chicos de… ¿13 años? Claro que es mejor leer al original: Dumas, al que intenta, actualizándolo, parecerse. Su Reina del Sur no está mal, pero no le llega a la altura de los pies a un Don Wislow y El poder del perro, igual pasa con el resto de su producción, incluido Alatriste. Tiene oficio y nada de genio, pero quién quiere genio hoy aparte de cuatro pirados con Rimbaud

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  5. Hola Lansky. Caramba: como abogado, también le has dado un par de collejas a Pérez.

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