viernes, 14 de enero de 2011

Curso de lectura rápida: Cómo leer La montaña mágica, de Thomas Mann, en cinco minutos.

Bienvenidos a nuestro curso de lectura rápida. Hoy enseñaremos a nuestro culto lector una técnica milenaria, aplicable a La montaña mágica, que le permitirá leer esta obra maestra de Thomas Mann en tan sólo cinco minutitos. Este curso está patrocinado por Bobelia, El País de los culos y el Grupo PRISA, y cuenta con el peritaje literario y la asesoría de la megaintelectual Rosita Montero.

Lo primero que hace falta es un buen juego de dedos: practique abriendo y cerrando la mano, húrguese la nariz y el ano (un auténtico progre no repara en moralidades anticuadas). Tras estos gratos momentos de placer, adquiera un ejemplar de La montaña Mágica. Creemos que su autor ganó un premio, pero no sabemos cual (es posible que fuese el Alfaguara, mediante un viaje en el tiempo efectuado en un De Lorean).

Lea la primera página. Sabemos que es difícil porque no tiene dibujos: ¡ánimo!

¡Primer asalto! (TIN-TIN-TIN) Comience a pasar rápido las páginas. ¡Corra! ¡No tiene mucho tiempo!

Puede hacer un descanso para masturbarse y leer El País, como hacen las personas sanas. Pueda hacer ambas cosas al mismo tiempo si consigue el número apropiado.

¡Segundo asalto! (TIN-TIN-TIN) ¡Si va con trabajo atrasado tiene que recuperar el tiempo perdido! ¡CORRA! ¿O es que quiere que le tomen por un facha inculto votante del PP? ¡Pase páginas a toda hostia! ¡Me cago en la puta! Si se aburre por lo mecánico del movimiento, recuerde los estupendos culos que publicamos en nuestro diario global dependiente de la mañana y aproveche la excitación (el redactor de este artículo se masturbó por segunda vez en el día, debido al priapismo provocado). ¡Vamos! ¡Ya casi está! ¡Ánimo! ¡¡Ánimo!! ¡¡¡Ánimo!!! ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! ¡Ah! ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! ¡Y ahora siga pasando páginas! ¡Rápido! ¿¡Cómo se le ocurre ponerse a cascársela en mitad de una lectura rápida!? ¡Que no le da tiempo!, ¡coño! ¡No se preocupe! ¡Nosotros le ayudaremos! ¡Sálteselas en grupos! (Pero en bloques pequeñitos, ¿eh?). ¡Un poquito más! ¡Un poquito máaaas! ¡Bravo! ¡Ha completado usted la lectura de La montaña mágica de Thomas Mann en un tiempo récord y sin tener que renunciar a otras sanas actividades!

Ahora ya puede dedicarse a otros entretenimientos intelectuales, como repasar la mejor de nuestras portadas.

¡El que no se la machaque es un faachaaa!

FAP-FAP-FAP-FAP-FAP-FAP-FAP-FAP…

PD: No hace falta que se lea la última página.

FAP-FAP-FAP-FAP-FAP-FAP-FAP-FAP…

3 comentarios:

  1. ¿Y a esa señora no se le ocurrió que si se saltaba páginas estaba leyendo un libro distinto?

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  2. esta es una excelente inversion una herramienta para la vida un patrimonio invaluable que nadie podra quitarle

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