viernes, 15 de marzo de 2013

Juan Soto Ivars nos explica cómo autotrolearse.

Juan Soto Ivars fue uno de los fundadores de la -uy que me da la risa- Generación Nuevo Drama. Nos explica en Internet lo mucho que le benefician a uno los detractores. Este tío es un genio. Entre una multitud de lugares comunes nos explica cómo él mismo contribuyó a destruir su propia generación literaria troleando en Internet. Y dice el tío:

"Saqué muchos beneficios de aquello porque contribuí a alimentar la leyenda participando en las acusaciones de manera anónima".

Nos hallamos sin duda ante un superdotado: si el edificio aguanta, es que los arquitectos son geniales; si se cae y se descojona, no pasa nada, ¡era una voladura controlada!

Se trata de un claro caso de mantener la fachada a toda costa cuando el edificio se ha caído.

Soto Ivars: (Sujetando la fachada). ¡QUE NO! ¡QUE LO HE TIRADO YO! -le cae un cascote en la cabeza.

Y es que bueno, si esto no salió tan "bien" como la Generación Nocilla o la Generación Granta, todo fue porque él no quiso. A veces un día de generación es bastante. ¿Quién necesita que hablen mal de ti durante varios años, beneficiándote, cuando pueden beneficiarte únicamente durante pocos días?

"Así que si te has visto en esta situación, capea el temporal en silencio o conviértete en el peor troll imaginable y date caña exagerando hasta el exceso todas las acusaciones contra ti para neutralizarlas".

Lo que nos lleva a la conclusión de que a lo mejor yo soy Juan Soto Ivars. O Cristina Fallarás.

Bué, yo que sé.

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