No creo que esto sea una novedad para nadie y la entrevista es de julio del 2006, pero la he descubierto hace poco y me parece interesante.
- —Pero ¿cómo funciona el mecanismo de esos premios?
- —Transcurrido un tiempo desde la publicación de las bases, si la editorial no ha encontrado ningún título que le plazca, se dedica a cortejar a los escritores que cree ideales para ganar. A veces se acercan a un escritor de otra editorial, lo que algunos consideran un acto de pillaje, aunque para mí es legítimo.
- —Así, ¿son las editoriales las que buscan un ganador?
- —En realidad, los directores literarios nunca garantizan el premio, hay que decirlo en su honor. Ellos están segurísimos de que el autor al que abordan lo ganará, pero no lo garantizan explícitamente, dejan la decisión en manos del jurado. Una práctica habitual es decir: "Te compramos la novela por una cantidad que es la mitad de la dotación del premio. Si pierdes, te la publicamos pagándote ese dinero. Y si ganas, ganarás el doble".
Vamos, que si los originales presentados no gustan se sale a buscar a posibles finalistas. No hay, claro, un contrato de “que te doy el premio” (sólo faltaba), pero por lo general los ganadores suelen conocerse días antes.
Recuerdo a Miguel Delibes, diciendo "no". Y diciéndolo, pese a las consecuencias. Me parece que a escritores, es decir, a "personas" que mantienen una ética, es a los que hay que tener en cuenta.
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